Cada 8 de septiembre, la Asociación Internacional de Fibrosis Quística designa este día para concientizar a la población sobre esta enfermedad y destacar la importancia de la detección temprana. La fibrosis quística, una enfermedad hereditaria, congénita, crónica e incurable, afecta los sistemas respiratorio y digestivo.
La clave para enfrentar la fibrosis quística radica en la detección temprana a través del tamiz neonatal. Los primeros 28 días del nacimiento son cruciales para identificar la enfermedad y brindar un tratamiento integral antes de que aparezcan los síntomas. La alteración genética en la acción de transportar agua y sales en las células provoca un moco anormalmente pegajoso, bloqueando los conductos respiratorios y el flujo de enzimas pancreáticas hacia el intestino.
Los síntomas incluyen infecciones respiratorias frecuentes, diarrea crónica, sudoración excesiva, tos persistente, incapacidad para ganar peso, sinusitis crónica y abdomen ligeramente abultado. En este Día Mundial de la Fibrosis Quística, recordemos la importancia de la detección temprana y trabajemos juntos para mejorar las condiciones de vida de quienes enfrentan esta enfermedad. La información y la concientización son fundamentales para construir un futuro más saludable.